Me
complace escribir estas palabras porque significa que por fin me he decidido a
llevar este nuevo proyecto en solitario. Y sí, no es el primer intento de un
servidor de crear un blog sobre la misma temática. Mi último intento tampoco es
que fuera un fracaso; de hecho, ha tenido cierta continuidad y “éxito” desde el 2015 hasta este pasado
verano, dos años después.
Aunque
hubiese cierta actividad, lo cierto es que este año no ha sido positivo en
mucho aspectos, sensación que no me hace sentir particularmente cómodo. Algo
disgustado por un navío a la deriva, y algunas entradas que me daban vergüenza
ajena, son algunos de los motivos para el borrón y cuenta nueva. De ahí el sentido de este
título, pues ya ha existido una Bitácora.
Otro
motivo por el cual reemprendo la misma travesía es el anonimato. Mi anterior “bitácora” era leía, de vez en cuando,
por familiares y amigos. Con esta renovación, una de mis aspiraciones es
desvincular el blog de mi vida personal. No me resulta agradable que cercanos
sepan de la existencia del blog porque este acumula una carga significativa de
emociones (no siempre agradables) que muchas veces omito delante de ellos.
La filosofía de este blog podría describirse como: destruir
lo viejo y alzar lo nuevo. Aunque no tengo intención alguna de dejar viejas entradas
en el baúl de los recuerdos. Tengo pensado traer unas cuantas al
mismo tiempo que el nuevo contenido que ya estoy empezando a planificar.
Por
último, cabe decir que el blog todavía está en una fase de experimentación. Iré
tocando cosas relativas al diseño y el html. También acabaré de escribir el
apartado Sobre el autor y añadiré o quitaré algunos gadgets.
Esto
es todo por el momento, muchas gracias a quiénes estén leyendo el mensaje de
apertura.
(Me
hace bastante gracia hablar en plural inclusivo sin tener un público asegurado)
0 comentarios:
Publicar un comentario